miércoles, 6 de junio de 2012

De “los buenos” contra “los malos” y “los buenos” contra “los buenos”


Uuuuuuuuuuuhhhhh, esa frase, que contradice la mentira de El País es muuuuuy, pero muy mala, según el columnista abajo.


Antonio Hernández Góez / Viernes 1ro de junio de 2012
Resolví tomar atenta nota de las reacciones que causa en los colombianos de a pie el show mediático armado desde los grandes medios de comunicación nacional al “show mediático” desplegado por las FARC desde Montañitas, Caquetá, y sinceramente no se si reírme o enfadarme; si me río soy la persona más mala del mundo por no conmoverme ante “un secuestro” (que siendo objetivos más pareció una acción humanitaria que le salvó la vida a Romeo Langlois) y si me enfado: soy la persona más mala del mundo por no indignarme ante “el intento fallido” de manipular “la verdad” de los “terroristas de las FARC”, ante cualquier reacción “seré una muy mala persona”.
Siendo así parece ser que en Colombia solo quedan dos opciones ante cualquier hecho de paz por parte de la insurgencia: rechazarlo (en el más condescendiente de los casos) o repudiarlo (para no ser señalado de colaborador -si son benévolos mis jueces o comandante de algún frente urbano en caso de que me quieran regalar una lápida).
Si no creen lo que digo (a la larga solo es mi opinión) recopilo para ustedes mis lectores algunas frases que encontré por ahí en el basto pero poco profundo océano de información que ofrecen los medios de comunicación nacionales de Langlois y las respuestas “del pueblo colombiano” (este sí, bien entre comillas) con horrores de ortografía y todo:
− Langlois: “me trataron bien”.
− “Pueblo colombiano”: ”Tan marica, porque no se quedó allá... estas maricadas son las que dan puteria, ese tiro no debió darle en el brazo..”.
− Langlois: “el ejercito colombiano no tiene ninguna responsabilidad en los hechos”.
− “Pueblo colombiano”: “La verdad es muy raro que la guerrilla estuviera esperando a la policia, en una operacion antinarcoticos y que luego el "periodista" que cubria la operacion, huye buscando a la guerrilla......¡¡¡¡ no seria que el señor romeo, ya habia indicado a la guerrilla lo que pasaria y donde para que esperaran a la tropa y luego se fue de paseo con sus amigos.....!!!”.
− Langlois:“Mi secuestro, como las palabras de Uribe, son una farsa de mal gusto”.
− “Pueblo colombiano”: Langlois, ¿qué hacía en Colombia? ¿Qué relación tenía con Farc?.
Es tal el grado de polarización existente en Colombia que existen dos tipos de personas: Los que quieren la paz (los malos) porque entre ellos se encuentran las FARC y el ELN, parte del pueblo colombiano y del gobierno de Juan Manuel Santos y los que quieren seguir en la guerra (los buenos) porque entre ellos se encuentra todo el uribismo y también parte del pueblo; otros: no saben no responden. Validando esta lógica mediática se entiende todo:
Si el gobierno hace un gesto de paz: es cómplice de la guerrilla (que son los malos).
Si el gobierno intenta arregla las relaciones con los vecinos entonces es de los malos porque los vecinos albergan a los malos.
Si algunos colombianos marchan para exigir el fin del conflicto y que se de soluciones a los problemas que lo originaron entonces son el brazo político de la guerrilla, también son malos.
Si algún periodista dice que el cubrimiento del conflicto se debe abordar desde una óptica distinta, también es malo porque así piensan los medios de las guerrillas.
Si alguna colombiana o colombiano habla o hace algo por la paz, habla y hace algo por y a nombre de los malos.
¿Buenos o malos?, los soldados del ejército nacional que se divierte de decapitar perros.
 
De todo esto puedo extraer unas cuantas buenas enseñanzas y una que otra pregunta:
Enseñanza 1: Si soy secuestrado no puedo sonreír ni transmitir alegría al momento de mi liberación, porque seré de los malos.
Enseñanza 2: No debo criticar el trabajo de los medios de comunicación colombianos (de nuevo seré de los malos).
Pregunta 1: Si los malos no le colocaron la bomba al ex-ministro Londoño (uno de los excelentes que es mucho más que bueno), ¿quien se la puso: “los buenos”?.
Pregunta 2: ¿Tienen derecho de matar “los buenos”?, ¿Qué tan buenos son entonces?
En conclusión los medios de comunicación nacionales lo han puesto todo patas arriba: si quieres la paz eres malo, si quieres la guerra eres bueno.

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