domingo, 18 de noviembre de 2012

La Paz que queremos. Por Hernando Vanegas Toloza


Postales de Estocolmo.

Mañana se inician las Conversaciones en la Mesa que en el actual proceso de Paz acordaron la guerrilla de las FARC-EP y el gobierno colombiano. La contundente actitud de la guerrilla colombiana ha abierto este nuevo compás de esperanza para el pueblo colombiano, quien es en últimas la víctima de la guerra decretada por la oligarquía en el poder, ya que ni uno, óigase bien, ninguno de los hijos de la oligarquía ha caído en la confrontación por ellos declarada.
Por ésta razón debemos escuchar al pueblo sobre la Paz que él quiere y cómo la quiere. No puede la soberbia oligárquica ponerse antes que la razón del pueblo ya que es la sangre de sus hijos la que se ha derramado y ha fertilizado el suelo colombiano. La discusiones en la Mesa de Conversaciones deberían entonces girar en torno de lo que quiere el pueblo y no de lo que quiere el gobierno colombiano, o quieren los militares, o los corrompidos parlamentarios o jueces. Todos ellos hacen parte del estado que le ha declarado la guerra al pueblo colombiano.
Se abordará como primer punto de la Agenda el problema de la Tierra, problema fundamental que a pesar de ser hoy Colombia un país citadino, con su población ubicada en ciudades grandes e intermedias, sigue siendo cardinal para la economía del país ya que es el campo el que suple de energía la que gasta la ciudad. En el campo se ubican la agricultura y la ganadería, las grandes represas, las riquezas naturales, etc, y sobre él se asientan los grandes proyectos marcoeconómicos de la oligarquía colombiana, razón de la perpetuación de la guerra contra el pueblo colombiano.
Del problema de la tenencia de la tierra se derivan todos los demás, demostrando que la base para adelantar la guerra es la acumulación de riquezas en manos de la oligarquía-terrateniente, es decir, base económica y por ello, con toda la razón, el Comandante Iván Márquez se refirió a las causas económicas que perpetúan la guerra en Colombia, como la implantación del neoliberalismo como modelo en el país. No es posible hablar de Paz si no se realiza una repartición de la tierra, una Reforma Agraria, que entregue la tierra a las manos que la trabajan con denuedo y cariño. Aclaro que se habla de “Reforma Agraria” y no de cambio en las relaciones de producción capitalistas, las cuales serán cambiadas totalmente con una Revolución.
La visión oligárquica, amparándose en su Constitución y en su modelo capitalista, es la perpetuación de las actuales formas de acumulación, es decir, la expoliación salvaje del campesinado y los indígenas, lo cual causa miles de miles de seres humanos asesinados, masacrados, desaparecidos, torturados, desplazados y sus tierras y bienes pasan a las manos ensangrentados de empresarios, militares, narco-paramilitares, terratenientes todos.
En éstas Postales de Estocolmo seguiremos pintando la realidad vista por un refugiado político que la injusta persecución estatal arrojó al exilio porque es necesario mostrar la Paz que queremos los colombianos, la cual debe colocar en el centro de la vida nacional el respeto al derecho a la vida, ya que sin vida es imposible vivir los demás derechos humanos.
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Publicado por cambio total en CambioTotalRevista el 11/18/2012

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