Postales de Estocolmo.
Mañana se inician las Conversaciones en la Mesa que en el actual
proceso de Paz acordaron la guerrilla de las FARC-EP y el gobierno colombiano.
La contundente actitud de la guerrilla colombiana ha abierto este nuevo compás
de esperanza para el pueblo colombiano, quien es en últimas la víctima de la
guerra decretada por la oligarquía en el poder, ya que ni uno, óigase bien,
ninguno de los hijos de la oligarquía ha caído en la confrontación por ellos
declarada.
Por ésta razón debemos escuchar al pueblo sobre la Paz que él quiere y
cómo la quiere. No puede la soberbia oligárquica ponerse antes que la razón del
pueblo ya que es la sangre de sus hijos la que se ha derramado y ha fertilizado
el suelo colombiano. La discusiones en la Mesa de Conversaciones deberían
entonces girar en torno de lo que quiere el pueblo y no de lo que quiere el
gobierno colombiano, o quieren los militares, o los corrompidos parlamentarios
o jueces. Todos ellos hacen parte del estado que le ha declarado la guerra al
pueblo colombiano.
Se abordará como primer punto de la Agenda el problema de la Tierra,
problema fundamental que a pesar de ser hoy Colombia un país citadino, con su
población ubicada en ciudades grandes e intermedias, sigue siendo cardinal para
la economía del país ya que es el campo el que suple de energía la que gasta la
ciudad. En el campo se ubican la agricultura y la ganadería, las grandes
represas, las riquezas naturales, etc, y sobre él se asientan los grandes
proyectos marcoeconómicos de la oligarquía colombiana, razón de la perpetuación
de la guerra contra el pueblo colombiano.
Del problema de la tenencia de la tierra se derivan todos los demás,
demostrando que la base para adelantar la guerra es la acumulación de riquezas
en manos de la oligarquía-terrateniente, es decir, base económica y por ello,
con toda la razón, el Comandante Iván Márquez se refirió a las causas
económicas que perpetúan la guerra en Colombia, como la implantación del
neoliberalismo como modelo en el país. No es posible hablar de Paz si no se
realiza una repartición de la tierra, una Reforma Agraria, que entregue la
tierra a las manos que la trabajan con denuedo y cariño. Aclaro que se habla de
“Reforma Agraria” y no de cambio en las relaciones de producción capitalistas,
las cuales serán cambiadas totalmente con una Revolución.
La visión oligárquica, amparándose en su Constitución y en su modelo
capitalista, es la perpetuación de las actuales formas de acumulación, es
decir, la expoliación salvaje del campesinado y los indígenas, lo cual causa
miles de miles de seres humanos asesinados, masacrados, desaparecidos,
torturados, desplazados y sus tierras y bienes pasan a las manos ensangrentados
de empresarios, militares, narco-paramilitares, terratenientes todos.
En éstas Postales de Estocolmo seguiremos pintando la realidad vista
por un refugiado político que la injusta persecución estatal arrojó al exilio
porque es necesario mostrar la Paz que queremos los colombianos, la cual debe
colocar en el centro de la vida nacional el respeto al derecho a la vida, ya
que sin vida es imposible vivir los demás derechos humanos.
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Publicado por cambio total en CambioTotalRevista el 11/18/2012
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